CTC lidera el estudio que demuestra la resistencia ante el biofouling y la corrosión marina de los recubrimientos desarrollados durante el proyecto ACORN
Un estudio liderado por el Centro Tecnológico de Componentes en uno de los recubrimientos diseñados durante el proyecto ACORN (Advanced Coatings for Offshore Renewable Energy) ha demostrado el excelente comportamiento ante la corrosión marina y la inhibición de la incrustación de la especie objetivo de biofouling. Investigadores del CTC han documentado cómo se han llevado a cabo los ensayos en condiciones marinas reales de los revestimientos desarrollados en este proyecto europeo. El contenido de esa investigación se ha plasmado en el entregable público 5.1 que ya se puede encontrar en la página web de ACORN.
El documento presenta las conclusiones de los ensayos llevados a cabo en el Laboratorio Marino MCTS El Bocal desde el 19 de marzo hasta el 28 de octubre del año pasado. Durante ese tiempo, las diferentes muestras se revisaron mensualmente para comprobar su evolución. La ubicación de esta instalación junto a sus condiciones de ensayo permiten poner a prueba los recubrimientos en un entorno marino real, expuestos a la acción de mareas y oleaje. De este modo, se puede estudiar el comportamiento de las muestras en unas condiciones de corrosión y biofouling muy similares a las que experimentan los equipamientos en mar abierto.
Los resultados han corroborado los resultados preliminares del proyecto, los recubrimientos ofrecen una protección extraordinaria ante los efectos de la corrosión. Asimismo, no se identificaron incrustaciones de microorganismos, si bien para garantizar ese aspecto será necesario una nueva investigación durante un periodo de tiempo más largo, donde se podrán garantizar al 100% la eficacia de los recubrimientos.
Cabe recodar que los avances conseguidos en el proyecto ACORN consiguen tanto una reducción en los costes de mantenimiento como un incremento en el periodo de vida de los dispositivos y estructuras expuestos al entorno marino. El empleo de la técnica TSA, aluminio tratado mediante la técnica de proyección térmica, conjuntamente con la inclusión de substancias antifouling en los recubrimientos prolonga su eficacia hasta un plazo que puede superar los 25 años.