CTC presenta sus capacidades innovadoras ante la Asociación de Empresa Familiar de Euskadi

Su capacidad para diseñar soluciones innovadoras aplicables prácticamente a todos los sectores productivos, un profundo conocimiento del estado del arte en las tecnologías en las que trabajan y una amplia experiencia a la hora de acometer procesos de transferencia tecnológica industrial han sido alguno de las capacidades que el Centro Tecnológico CTC ha presentado ante la Asociación de Empresa Familiar de Euskadi (AEFAME). El único centro tecnológico de la región ha participado en la jornada “Empresa familiar y corporaciones tecnológicas: Modelos de colaboración”, organizada conjuntamente entre AEFAME y ACEFAM, su homóloga en Cantabria.

El encuentro se ha celebrado en Tecnalia, cuya sede está el parque tecnológico de Zamudio. Allí, Roberto González Portilla, patrono de CTC, y Beatriz Sancristóbal, directora de Proyectos y Desarrollo de Negocio del centro, han participado en una mesa redonda junto a Juan José Laraudogoitia, director de I+D de Sidenor y Agustín J. Sáenz, director de división Industria y Transporte de Tecnalia.

En su intervención, Sancristóbal ha puesto de manifiesto la experiencia investigadora de CTC y su capacidad de diseñar soluciones innovadoras que desemboquen en proceso de transferencia tecnológica prácticamente para cualquier sector productivo. “En muchas ocasiones las tecnologías pueden ser comunes y lo que difiere entre sectores es su grado de penetración. En ese sentido, nuestro conocimiento del estado del arte en las tecnologías en las que estamos trabajando, abre nuevas oportunidades para las empresas” explicó Sancristóbal.

Esas oportunidades se traducen en un incremento de la competitividad, una garantía en el proceso de la sostenibilidad o incluso una apertura de puertas a nuevos mercados más interesantes. “Para nosotros es fundamental que el proyecto llegue a mercado” explicó la representante de CTC. “Además, nuestra experiencia y conocimiento nos permite no empezar de cero en cada proyecto y hace que los tiempos se reduzcan” matizó ante los empresarios vascos y cántabros.

Asimismo, Sancristóbal recalcó la capacidad de CTC para trabajar en red con otros centros tanto españoles como europeos. En ese sentido, puso de manifiesto las alianzas que mantiene el centro cántabro con dos grandes referentes de la investigación ubicados en la comunidad vecina. Los acuerdos con Tecnalia y con IK4-Teknikker constituyen un aval indiscutible para que CTC mejore su posicionamiento en el prolífico ecosistema industrial de País Vasco.

De hecho, el centro cántabro expuso el caso de éxito alcanzado con Zunibal en el desarrollo de una boya de bajo coste para medir la altura de las olas. “Con nuestra experiencia en el uso de la señal GPS para unas determinadas aplicaciones, fuimos capaces de abrir el espectro de oportunidades y desarrollar un nuevo producto que no tuviera nada que ver con las experiencias anteriores” profundizó. “Este nuevo producto ha permitido a Zunibal entrar en nuevo sector el de las Energías Renovables Marinas y tiene mucho recorrido en otros sectores como la acuicultura o las aplicaciones deportivas”.

Estimular la inversión en I+D+i

Roberto González Portilla relató su experiencia con la innovación desde el punto de vista empresarial. Representante de Grupo Tirso y patrono de CTC, González Portilla defendió los procesos de transferencia tecnológica como principal vía para garantizar la subsistencia de las empresas. “Invertir en innovación es la única manera de ser competitivo en un mercado global” argumentó.

A lo largo de su intervención, desgranó algunos proyectos de diversificación e innovación acometidos por su empresa durante los últimos años. Proyectos relacionados con la comunicación vía satélite o la biomedicina que han permitido a una empresa dedicada tradicionalmente a la recuperación y el reciclaje abordar nuevos mercados. “Del mismo modo que se invierte en maquinaria o en recursos humanos, las empresas debemos invertir en conocimiento e innovación” dijo González Portilla.

Asimismo, animó a las empresas familiares, tradicionalmente poco innovadoras, a invertir en innovación y a ponerse en manos de un centro de investigación como CTC. “Ya no es necesario tener un departamento de I+D+i en la propia empresa” comentó Portilla. “Disponer de un centro como CTC, que acompaña a las empresas durante todo el proceso de innovación y que está orientado al mercado, es garantía suficiente para atacar cualquier proyecto innovador”.