CTC muestra su Microscopio de Fuerza Atómica a los estudiantes del Grado de Ingeniería Química de la Universidad de Cantabria

Conocer el procedimiento para medir los materiales en la escala nanométrica y obtener imágenes topográficas que permitan caracterizar los nanomateriales constituyen dos aspectos relevantes en el ámbito de la Ciencia de los Materiales. De hecho, dado el avance claro de este campo de estudio hacia la nanotecnología, dominar esta técnica resulta fundamental para investigar materiales a esta escala.

El alumnado del Grado de Ingeniería Química de la Universidad de Cantabria ha visitado las instalaciones del Centro Tecnológico CTC con el objetivo de conocer en qué consiste y cómo se maneja el Microscopio de Fuerza Atómica (AFM): un instrumento de observación cuyos principales beneficios residen en su versatilidad en relación a otras alternativas de microscopia.

Alrededor de una decena de estudiantes han participado esta mañana en esta masterclass sobre AFM, que ha impartido Marina González-Barriuso. La investigadora, perteneciente al área de Materiales Avanzados y Nanomateriales del CTC, ha conducido una sesión que comenzó con una breve explicación teórica. A continuación, el encuentro se trasladó a los laboratorios de CTC en donde se encuentra el único AFM que existe en toda la región.

El alumnado de la asignatura Técnicas Instrumentales Analíticas realizó una práctica en la que midieron muestras preparadas por González Barriuso. Gracias al AFM es posible determinar aspectos de los nanomateriales como la morfología, sus dimensiones o las propiedades eléctricas, térmicas y químicas. Del mismo modo, facilita su manipulación.

Este tipo de visitas ponen de manifiesto uno de los principales valores competitivos del CTC. Y es que disponer de instalaciones de ensayo singulares confiere al único centro tecnológico de la región una clara ventaja a la hora de desarrollar proyectos. Cabe recordar que, junto al laboratorio de Materiales Avanzados, el Centro también dispone de una infraestructura única en España como es el MCTS El Bocal. Este laboratorio marino, en el que es posible estudiar el comportamiento de las muestras en un ambiente marino real, fue la segunda instalación de ensayo más demanda de Europa en la primera convocatoria de la red MaRINET2.