CTC sobresale como centro tecnológico de referencia nacional en materia de igualdad
El Centro Tecnológico CTC es un centro de referencia nacional en el diseño y ejecución de proyectos de innovación aplicados al sector industrial. Además de desarrollar soluciones de alto valor añadido que permiten a las empresas ser más sostenibles y más competitivas, el único centro tecnológico de la región destaca notablemente en igualdad. Su apuesta por el talento femenino se refleja en una plantilla prácticamente paritaria (43,75 %) y en varias mujeres al frente de áreas de responsabilidad.
Esta cifra sitúa al centro cántabro casi trece puntos por encima de la media nacional de mujeres investigadoras en el sector empresarial (31 %) y prácticamente 17 por delante de la ratio cántabra (27 %), según el informe ‘Científicas en Cifras 2017’ que edita de forma bienal la Unidad de Mujer y Ciencia de la Secretaría de Estado de Universidades, Investigación, Desarrollo e Innovación. Su modelo de trabajo y su estructura interna constituyen un caso de éxito en materia de igualdad y se explicarán públicamente en un acto abierto que tendrá lugar el próximo viernes, 14 de febrero, a partir de las 14:00 horas.
Ese mismo estudio indica que el sector científico español padece una infrarrepresentación femenina en las categorías de mayor rango. Esta situación, conocida popularmente como techo de cristal, tampoco se reproduce en CTC. De hecho, el centro cántabro es uno de los pocos que existen en España dirigido por una mujer. Actualmente, de los 78 Centros Tecnológicos (CT) y Centros de Apoyo a la Innovación Tecnológica (CAIT) reconocidos por el Ministerio de Ciencia e Innovación, únicamente diez tienen al frente a una directora.
Desde principios de 2019, Beatriz Sancristóbal es la cara más visible de un centro en el que hay otras mujeres en puestos de responsabilidad. María Campo-Cossío coordina el área de Navegación y Robótica, mientras que Verónica González de Lena lidera el grupo de Industria y Energía. Es decir, dos de las tres áreas de especialización de CTC cuentan con una mujer como principal responsable. “Esta circunstancia es algo en lo que CTC quiere seguir trabajando” explica Sancristóbal. La directora general considera “imprescindible que las mujeres accedan a puestos de responsabilidad para acercarnos al objetivo de la igualdad real”.
En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Sancristóbal indica que “las mujeres todavía tienen dificultades a la hora de acceder a puestos directivos, en una sociedad en la que la conciliación familiar, en general, es menor a lo deseado”. Más aún en ámbitos como la ingeniería, en el que “las mujeres tienen que estar constantemente demostrando sus capacidades, algo que no es igual de exigente para los hombres”. La directora general considera que el porcentaje tan elevado de mujeres de CTC no es una casualidad. A la hora de contratar, el centro apuesta de forma decidida por la excelencia y la experiencia técnica independientemente del género y se fomenta la igualdad de oportunidades. Un factor que Sancristóbal entiende como “clave” a la hora de evolucionar en la carrera profesional.

CTC
María Campo-Cossío, ingeniera de Telecomunicaciones, está al frente de una de las tres áreas de investigación de CTC. Campo-Cossío coordina el departamento de Navegación y Robótica en el que supervisa el trabajo de seis compañeros, cinco de ellos varones. Además, lidera uno de los proyectos más significativos de CTC como es “Green Patrol”: una iniciativa de carácter europeo para desarrollar una solución robótica que optimice el control integrado de plagas en invernaderos de forma autónoma. Verónica González de Lena, ingeniera naval, lidera un equipo de investigación compuesto por once investigadores. Asimismo, forma parte del proyecto europeo MAT4OEC, en el que CTC ha desarrollado nuevos recubrimientos anti corrosión y anti fouling orientados al sector de las energías renovables marinas.
La investigadora Carmen Manteca aplica su experiencia a proyectos relacionados, sobre todo, con el tratamiento de aguas. Actualmente trabaja en varios proyectos, uno de ellos relacionado con la descontaminación de aguas en el sector nuclear y otro basado en el tratamiento de aguas por medio de fotocatálisis. Otra de las trabajadoras de CTC está desarrollando un Doctorado Industrial en el que trabaja como parte de un proyecto innovador. La tesis doctoral de Marina González investiga un sistema que emplea el grafeno para atrapar CO2 en las combustiones que se producen en los procesos industriales. Esta aplicación, diseñada inicialmente para su aplicación en el sector químico, soluciona los problemas derivados de las elevadas emisiones de este gas que provocan, entre otros efectos, el cambio climático y el calentamiento global.
La doctora Lucía Pérez ha sido una de las últimas en incorporarse al Centro Tecnológico CTC. Tras varios años de experiencia en centros de investigación nacionales e internacionales, esta investigadora vinculada al área de Nanomateriales está ejecutando actualmente un proyecto Torres Quevedo en el que trabaja para desarrollar y validar una nueva generación de nanorecubrimientos con alta resistencia al agua y, a la vez, duraderos en el tiempo. Esta innovación, en la que se busca la superhidorfobicidad optimizando las propiedades del material original, resulta de gran interés para la industria ya que, entre otros beneficios, pretende incrementar las prestaciones anticorrosivas y antimicrobianas de los materiales.