El valor de la innovación sostenida en el tiempo

Aportar valor a las empresas mediante el diseño y ejecución de soluciones innovadoras basadas en I+D+i forma parte de la misión del Centro Tecnológico CTC. Ese objetivo se ve notablemente fortalecido cuando se establece una colaboración sostenida en el tiempo, en la que CTC intensifica su conocimiento sobre las necesidades tecnológicas de sus clientes.

El mejor ejemplo de esta circunstancia es el modelo de trabajo que vincula a CTC con Ecrimesa. A lo largo de los últimos trece años, el Centro ha ayudado a la empresa a implantar un sistema de modelado numérico para optimizar su proceso de llenado y solidificación de piezas fundidas. Esta herramienta de mejora permite a la metalúrgica conocer de antemano si se va a producir algún defecto en la fabricación. Una circunstancia que reduce notablemente las costosas pruebas que son necesarias para validar la producción de una pieza fundida.

El establecimiento de la simulación como técnica preventiva es uno de los frutos cosechados durante una colaboración que comenzó con el objetivo prioritario de optimizar los procesos de fabricación por microfusión. Esta técnica industrial de fundición permite elaborar piezas más grandes, más complejas y con alto nivel de detalle, pero también resulta muy costosa. Tanto es así que constituye un nicho de mercado propio en toda Europa frente a las producciones de bajo coste.

En 2007, CTC realizó su primer proyecto con Ecrimesa. La investigación, denominada “Optimización de la fundición por investment casting”, aplicaba la simulación numérica para validar problemas productivos asociados a la falta de repetitividad. Desde entonces, la colaboración se ha sostenido en el tiempo y se ha cristalizado en once colaboraciones más.

Mallado de las piezas.

Fruto de esta relación profesional, Ecrimesa cuenta con un socio tecnológico de referencia para la resolución de los retos que plantea el mercado. Así se han ido adaptando las funcionalidades del software MAGMA a los procesos específicos de la empresa, se ha mejorado la base de datos de materiales reales empleados en la producción y se han integrado paulatinamente algunos módulos como el de radiación, que permite simular series completas en lugar de muestras aisladas. Actualmente, la empresa emplea simulaciones rápidas “HOTSPOT” para asegurar la viabilidad de todas las piezas y mejorar las ofertas que se realizan a los clientes.

Además, contribuir en la optimización de los procesos de fundición, el Centro Tecnológico CTC también ha trabajado en la caracterización de materiales para incrementar la calidad de los productos que fabrica Ecrimesa. Las piezas destinadas a sectores como la automoción, la industria armamentística, el ferrocarril o la producción de máquina-herramienta deben cumplir con unas garantías de uso y rendimiento. Los ensayos de laboratorio acelerados permiten conocer cómo responderá cada elemento con el paso del tiempo y asegurar su rendimiento. Es decir, confieren fiabilidad a toda la producción de Ecrimesa.

El modelo establecido con Ecrimesa resulta paradigmático en relación al papel que puede desempeñar CTC con todas aquellas empresas que quieran apostar por la innovación, pero no dispongan de un departamento de I+D+i propio o esté integrado en otros departamentos, como “Ingeniería de procesos” o los laboratorios internos con carga mayoritaria en el control de calidad y por tanto precisen de colaboraciones con Universidades o centros tecnológicos. La marcada orientación a mercado del único centro tecnológico de la región supone una búsqueda constante de nuevos modelos de negocio que faciliten su relación con el tejido empresarial. No en vano, el 70 % de los proyectos que ejecuta actualmente CTC son con pymes.