Innovar a la alemana
El filósofo y escritor Voltaire afirmaba que “hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás”. Si trasladamos esta afirmación al ámbito de la innovación, estamos cuasi obligados a levantar nuestra mirada hacia latitudes mucho más septentrionales y poner el foco en cómo se gestiona este aspecto en economías más poderosas que la española.
Alemania está considerado como uno de los sistemas económicos más serios y más innovadores del planeta. A pesar de que existen diferencias notables con nuestro país, en términos de composición, su tejido empresarial no dista mucho del que tenemos en España. En ambos casos, las pymes suponen la mayoría de las empresas del país. Sin embargo, el “Mittelstand” germano, término que usan para referirse a las empresas de estas dimensiones, tiene la innovación como uno de los aspectos más significativos de su cultura corporativa.

Frankfurt es la capital financiera del país.
Estas entidades pequeñas, algunas no superan los 50 trabajadores, fían su porvenir a uno o dos productos de referencia. Durante los seis años en los que trabajé en ese país, comprobé que son líderes en la híper especialización gracias a una apuesta decidida y estratégica por la innovación. Ellos saben que esa determinación es la que les ha llevado hasta la posición de mercado que ocupan actualmente. Para los alemanes, no es algo nuevo, ni un concepto que esté de moda, ni algo que haya cobrado fuerza con motivo de la pandemia sanitaria.
Es una línea fija en su hoja de ruta, un valor seguro para su sostenibilidad y un factor competitivo imprescindible para exportar procesos y productos tecnológicos. Por si no fuese suficiente, en Alemania consideran que institucionalizar la innovación incrementa la reputación y el prestigio de las compañías, facilitando la captación de talento y la puerta de entrada a nuevos mercados.
En el Centro Tecnológico CTC estamos convencidos de que ése es el espejo en el que debe mirarse el tejido empresarial de nuestro entorno. De hecho, el Centro está enfocado en convertir la innovación incipiente en soluciones de alto valor añadido aplicables a productos y procesos que ayudan a las empresas tanto a ser más productivas como a ser más eficientes. Abrazar tecnologías como los gemelos digitales, la inteligencia artificial o la nanotecnología alineará al entramado empresarial con las tendencias que marca la Unión Europea en torno a soluciones inteligentes relacionadas con la industria 4.0 y la economía verde.

Innovar supone ser más competitivo.
Conocer a la perfección tanto el estado del arte de cada disciplina como las principales líneas de desarrollo que ofrece una tecnología disruptiva es una premisa básica para que la innovación genere el impacto deseado. El equipo de investigadores de CTC, en el que el 18 % son doctores, aporta capacidades y expertise para abordar prácticamente cualquier tipo de proyecto innovador relacionado con el ámbito industrial.
Igualmente, somos conscientes de que innovar es un verbo que se conjuga mejor en plural. En ese sentido, CTC pone a disposición de todas las empresas una nutrida red de contactos nacionales e internacionales para enriquecer los proyectos planteados. De hecho, la misión principal de CTC es diseñar soluciones de transferencia tecnológica ad hoc que conviertan conceptos científico tecnológicos en mejoras reales. Innovación al servicio de la productividad y la sostenibilidad. Así es como lo hacen en Alemania y como nosotros apostamos por hacerlo en España. Todo con el único objetivo de que la innovación sea el trampolín perfecto para que nuestro tejido empresarial e industrial sea más competitivo.
Abraham Casas García-Miguillán
Director de Desarrollo Tecnológico de CTC