Niñas volando a la Luna

Ser astronauta es el sueño de casi todos en algún momento de nuestra infancia. Viajar alrededor de la Tierra, observar las estrellas de cerca y caminar sobre la superficie de la Luna. Vemos a esos astronautas que están cumpliendo su sueño en las noticias, subiéndose a una nave y volando tan alto que hasta la cámara les pierde la pista. Hombres que viajan al espacio exterior y se convierten en los referentes de cientos de niños.

Y las niñas también quieren volar en esa nave, les pica tanto la curiosidad como a los chicos. Pero ven las noticias y se preguntan: ¿Dónde están las mujeres astronautas?

Todos los 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia para dar visibilidad a las mujeres que formamos parte de los equipos científicos y empresas tecnológicas. Yo soy Ingeniera Aeroespacial especializada en Sistemas de Navegación por Satélite (GNSS). En el Centro Tecnológico CTC se me ha dado la oportunidad de crecer como profesional gracias a su liderazgo internacional en proyectos de vanguardia como la solución de posicionamiento preciso basada en navegación GNSS de GreenPatrol o el proyecto MooringSense para reducir los costes de mantenimiento de la eólica flotante offshore. CTC vio potencial en mí y me hicieron parte de su equipo de trabajo.

Esta es una realidad que se refleja cada vez más en las compañías, donde los responsables nos ven como candidatas con grandes cualidades, tan eficaces como los hombres, y no simplemente un número más de un cupo que haya que cumplir.

Sin embargo, aún son muchos los que se extrañan al ver a una mujer en campos STEM (de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas en sus siglas en inglés), tradicionalmente asignados al género masculino. La imagen de una chica programando un ordenador o soldando una pieza de metal es algo que sigue sorprendiendo. Algunas niñas se cuestionan si encajan en estas profesiones cuando, en realidad, deberían estar animándose a sí mismas para perseguir su vocación. Si es lo que les gusta, ¿por qué no van a hacerlo?

Al final, todo lo que necesitan es un pequeño empujón. Ver más roles femeninos en la ciencia, saber que existimos y trabajamos felices en nuestros puestos, que disfrutamos sin que nadie juzgue nuestra labor. Un referente con el puedan identificarse. Hoy en día debemos luchar para que no se pierdan vocaciones porque nuestra sociedad no puede renunciar al 50% de su talento en las profesiones del futuro.

Recuerdo cuando era niña lo mucho que admiraba a mi profesora. La veía cada día en el colegio con una sonrisa, animando a todos los niños y enseñando con pasión. La miraba a ella y decía que quería ser profesora. Y muchas otras niñas igual que yo, porque se había convertido en nuestro ejemplo a seguir. Lo mismo pasa si en edades tempranas las chicas ven a una mujer trabajando en un campo que les genera interés. Se puede llegar a convertir en su referente, una muestra de que si esa mujer lo ha conseguido, ellas también pueden lograrlo.

Siempre es positivo recordar a las nuevas generaciones que no hay trabajos para chicos y trabajos para chicas, sólo personas a las que les apasiona su profesión y que se dejan la piel cada día por llegar un poquito más lejos. Es lo que las niñas deben tener en mente: que si se esfuerzan, ellas también pueden llegar a la Luna.

Neus Revert Calabuig
Jefa de Proyectos
Centro Tecnológico CTC