Eólica marina flotante para abastecer el futuro
Cada vez somos más personas en el mundo, nuestro requerimiento energético es mayor y las energías tradicionales ya no consiguen abastecer nuestras necesidades. Sin embargo, vivimos en un planeta con muchos recursos a nuestra disposición, de modo que conseguir evitar el desabastecimiento energético está al alcance de nuestras manos: a través de las energías renovables. Los paneles solares y los aerogeneradores forman ya parte de nuestro paisaje y son las dos fuentes más desarrolladas a nivel mundial. No obstante, en el camino para mantener el consumo del ser humano, otras fuentes de energías limpias e ilimitadas están comenzando a tener un gran auge. Entre ellas, la eólica marina flotante está creciendo con una rapidez imparable.
Sin embargo, todavía muchas personas se preguntan qué es y cómo funciona. En realidad es más sencillo de responder de lo que creemos. Se trata de una turbina flotante instalada en alta mar. Al igual que los aerogeneradores que acostumbramos a ver en las colinas, la eólica flotante ofrece energía a través de la potencia del viento, en este caso, marítimo.
Además, cuenta con algunas ventajas frente a otras fuentes energéticas ilimitadas. La eólica offshore tiene un potencial mucho mayor para generar energía. Al contrario que los aerogeneradores instalados en tierra o los marítimos con cimentación fija, la eólica marina flotante ofrece la oportunidad de realizar emplazamientos alejados de las zonas costeras. Y ya sabemos lo que se dice sobre que el viento siempre sopla en alta mar. Según la European Technology & Innovation Platform on Wind Energy (ETIP Wind), su instalación en aguas profundas podría suponer un suministro de energía incluso mayor que el consumo que se produce hoy en el mundo entero.
De esta manera, la eólica marítima flotante nos ofrece gran cantidad de energía – e ilimitada – sin dañar el medio ambiente, en un emplazamiento alejado que afecta en menor medida a la estética del paisaje y, además, es una fuente energética crucial en el camino de conseguir los objetivos de descarbonización.
Un 70% del planeta Tierra es agua, en su mayoría océanos y mares. Que seamos capaces de poder extraer energía de sus vientos es una oportunidad que, en realidad, siempre hemos tenido ante nosotros y no debemos desaprovechar. Con cuidado de proteger el medio ambiente y a través de las nuevas tecnologías, la eólica marina flotante se puede convertir en una fuente de energía esencial.
Una oportunidad para España
Los aerogeneradores offshore ya no son un paisaje extraño de ver en Europa. Aunque aún se trata de un nicho en pleno crecimiento, los países europeos ya miran a sus costas y más allá, con la intención de apostar por todos los recursos que el mar tiene para ofrecernos.

Logotipo MooringSense
Ejemplo de este interés es el proyecto internacional liderado por el Centro Tecnológico CTC, MooringSense, cuyo objetivo es incrementar la eficiencia de los aerogeneradores flotantes y reducir hasta un 15 % su coste de mantenimiento. Numerosas empresas ya buscan soluciones similares para reducir los costes de la eólica marina flotante y mejorar su eficiencia. Ven el próspero futuro de esta fuente de energía.
En España no estamos habituados a ver turbinas marítimas cerca de la costa debido a que la profundidad de nuestras aguas no permite anclar aerogeneradores. No obstante, el desarrollo de la eólica flotante podría ser una gran ventaja para que nuestro país se posicione como una potencia tecnológica para la eólica flotante. Contamos con uno de los mejores emplazamientos para potenciar la energía marina: la localización geográfica es inmejorable, somos un gran país con una enorme longitud de costa. Tanto el arco mediterráneo como el atlántico son zonas de interés para instalar aerogeneradores flotantes y España se encuentra justo en el punto medio entre ambos.
Recientemente en Cantabria, en el Abra del Sardinero, se instaló un prototipo de turbina flotante para validar la eficiencia de esta fuente energética en el Mar Cantábrico Muchos pensamos que era una gran idea, una mejora en comparación con las energías tradicionales, una solución a los problemas a los que nos enfrentamos.
En este sentido, tan sólo nos queda hacernos la pregunta de qué es mejor opción, ¿utilizar una energía limpia como es el viento marino o continuar construyendo centrales en tierra?
Verónica González de Lena
Responsable área Industria y Energía
Centro Tecnológico CTC