Innovar en el presente, una garantía para el futuro
Tradicionalmente, la innovación era considerada dentro de la empresa como una opción. Eso ha cambiado a ser una condición necesaria para la supervivencia. Aunque su importancia se intuye desde hace años, el panorama actual ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar e innovar en todos los sectores de la sociedad.
A medida que avanzamos en una competencia global, y en este escenario postpandémico, la importancia de mejorar la competitividad en nuestras empresas es enorme. Esto solo es viable mediante la optimización de los procesos (reducción de costes), la creación de nuevos y mejores productos (aumento de valor), o mediante todo ello a la vez. En cualquiera de estos casos, la innovación es fundamental. Por ello, las empresas cada vez la ven más como una estrategia para alcanzar objetivos, no como una caja negra donde meter el dinero y esperar a que salga algo de lo que se puedan beneficiar.
Es un cambio de paradigma bastante importante. Ha modificado el pensamiento tradicional de “Voy a innovar a ver qué sale”, por la reflexión “Tengo que llegar hasta este objetivo, hasta esta meta”. La innovación ya se percibe como un elemento esencial para impulsar e implementar cambios competitivos dentro de los procesos o de los productos y servicios ofertados por las empresas, mejoras necesarias para que se mantengan dentro del mercado.
“Todos los días tengo que mejorar”, es otra idea que está calando dentro de este cambio de paradigma. El mercado es ahora más volátil que nunca y se encuentra en constante evolución. En cortos espacios de tiempo puede cambiar por completo, y el producto innovador y competitivo que una empresa ha desarrollado puede estar obsoleto, independientemente de lo novedoso o del poco tiempo que lleve en el mercado. Estamos viendo esa transición por ejemplo con el coche eléctrico. Hay muchas empresas con grandes patentes en productos destinados a los motores de combustión y sus elementos auxiliares que, de un día para otro, se han visto fuera del mercado porque su encaje en los nuevos modelos se ha visto comprometido. En este sentido, parece claro que la estrategia de innovación es una garantía de, al menos, no quedarse atrás.
Todo este nuevo escenario empresarial en el que la innovación está alcanzando tal relevancia coincide con la aparición de más convocatorias de ayudas que nunca. Se ha facilitado la capacidad de contactar más abiertamente con diferentes tipos de instituciones, como centros tecnológicos, universidades o grandes empresas con las que las pymes innovadoras se asocian para poder abordar importantes proyectos de innovación con cierta garantía de éxito.
Esto resulta en que innovar, ahora mismo, es una oportunidad irrepetible para todas las empresas, y en especial para las pymes, ya que cuentan con un ecosistema innovador muy importante y accesible: pueden conseguir medios y financiación acordes su tamaño y sus objetivos. Es imprescindible que apuesten por soluciones tecnológicas y científicas que les permitan crecer, ofrecer un mejor producto y ser más competitivas.
Asimismo, es necesario continuar mostrando la cultura de la innovación como el aliado para mejorar la competitividad de las empresas. Es importante impulsar esta idea y, sobre todo, facilitar la vida a los empresarios y trabajadores, ayudarles a ver los aspectos dentro de su empresa en los que pueden mejorar y las múltiples posibilidades de financiación y obtención de medios con las que cuentan para hacerlo. Una labor que desde el Centro Tecnológico CTC ejercemos para impulsar la transformación de las empresas y crear soluciones a las necesidades concretas de cada una.
A gran escala como país, a mediana como región, y a pequeña como empresa, es fundamental que demos un vuelco a nuestra percepción de producción y a nuestro modelo de negocio para poder seguir en pie. Es necesario que nos volquemos en impulsar la innovación y alcanzar el nivel de transformación que exige el nuevo panorama. Y también en cambiar la idea de que la innovación no es cosa de entidades públicas que financian proyectos que nunca ven la luz, sino que una solución innovador puede surgir en nuestra misma casa y llegar al público. Tener la mente abierta a la innovación y la capacidad de planificar una estrategia de futuro serán imprescindibles para superar la crisis, ser más resistentes y crecer.
Dirección de Desarrollo de Negocio
Centro Tecnológico CTC