El efecto flor de loto para repeler el agua

La flor de loto ha sido toda una inspiración para la comunidad científica, y no únicamente por su belleza. Se trata de una flor con una de las cualidades hidrofóbicas más altas que existen. Sus hojas cuentan con una fuerte repelencia al agua, una característica que hace años desató el interés de los científicos por averiguar cómo conseguir ese nivel de hidrofobicidad.

Tras analizar la flor de loto, la comunidad científica descubrió que su capacidad hidrofóbica provenía principalmente de dos características: por un lado, la rugosidad de sus hojas; por el otro, su composición química. Este fenómeno, conocido como “efecto flor de loto”, ha derivado en numerosas investigaciones y en el desarrollo de proyectos para conseguir recubrimientos con cualidades superhidrofóbicas.

Aunque las investigaciones dentro de este campo llevan muchos años al alza, el desarrollo de superficies superhidrofóbicas ha despertado en la actualidad un especial interés no solo a nivel científico sino también industrial. La industria siempre está a la búsqueda de superficies funcionales, que aguante requerimientos cada vez más estrictos y les capaciten para optimizar su trabajo al máximo posible.

Los recubrimientos superhidrofóbicos tienen un amplio rango de aplicaciones como la autolimpieza – la repelencia de la gota sobre la superficie hace que al desplazarse arrastre suciedad -, la anticorrosión, la reducción del biofouling, el efecto antimicrobiano, el efecto barrera al vapor de agua o el efecto resbaladizo para líquidos viscosos. Por ello, además, las superficies superhidrofóbicas se pueden adaptar a cualquier sector, ya sea empresarial, industrial o social, según sus necesidades concretas.

No obstante, estos recubrimientos cuentan con una importante desventaja, que es su limitada durabilidad. Con el paso del tiempo y su exposición a los diferentes factores, la capacidad de hidrofobicidad va reduciéndose hasta que termina por desaparecer junto con el recubrimiento o pintura al que se le ha otorgado esta cualidad.

Recubrimientos superhidrofóbicos desarrollados por CTC

Actualmente, diversos centros de investigación están estudiando cómo mejorar la durabilidad de estos revestimientos, entre ellos el Centro Tecnológico CTC. En concreto, desde CTC se trabaja en el desarrollo de recubrimientos orgánicos con alta repelencia al agua y elevada durabilidad basados en el uso de nanotecnología. Un proyecto enmarcado dentro de la línea de ayudas para contratos Torres Quevedo (PTQ2018-009743/ AEI / 10.13039/501100011033), del Ministerio de Ciencia e Innovación. Un programa que se me concedió en 2019 para ayudarme a desarrollar el proyecto dentro de CTC y continuar investigando en esta línea innovadora.

La superhidrofobicidad no es un aspecto novedoso, pero la mejora continua y el avance de los recubrimientos con estas cualidades supone un paso esencial para la industria. Poco a poco nos vamos acercando a la flor de loto, el origen de todas las investigaciones, y sus valiosas cualidades.

Lucía Pérez Gandarillas

Project Manager – Área Materiales Avanzados y Nanomateriales

Centro Tecnológico CTC