La experiencia y capacidad en la gestión de proyectos convierten a CTC en “llave de entrada” de las pymes a los PERTE del Plan España Puede

La captación de proyectos nacionales e internacionales en procesos de concurrencia competitiva y la capacidad de trabajar en red de forma complementaria con otras organizaciones son dos de los aspectos que definen la actividad del Centro Tecnológico CTC. Ahora, después de 20 años de actividad en los que ha trabajado con más de 200, el único centro tecnológico de Cantabria se postula como la “llave de entrada” de las pymes regionales a los grandes proyectos estratégicos del Plan España Puede.

Así se ha puesto de manifiesto durante el Patronato y la Comisión Ejecutiva del centro tecnológico, celebrada recientemente. Una cita en la que, además de aprobar las cuentas del 2021, CTC ha destacado su rol como socio tecnológico de todas las empresas con ADN innovador. Una circunstancia ajena al tamaño de las organizaciones. “El 70% de todos los proyectos que hemos realizado hasta la fecha han sido con pymes” explica Beatriz Sancristóbal, directora general de CTC.

Sede de CTC

Esta circunstancia, junto al éxito cosechado en proyectos de gran envergadura como Green Patrol o Mooring Sense, habilita a CTC como uno de los agentes más cualificados la región para acompañar a las empresas en sus iniciativas para concurrir a estos grandes proyectos. “Las convocatorias de los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) vinculados al Plan España Puede no suponen un mero rescate, sino un impulso a la transformación de la economía de los países miembros” indica Sancristóbal. “Son un estímulo para acelerar un proceso que de otro modo tardaría demasiados años en producirse”. Dicho de otra manera “son una oportunidad que las empresas de Cantabria no pueden dejar escapar”.

En ese sentido, cabe recordar que CTC ya ha presentado propuestas al PERTE del vehículo eléctrico y conectado y al PERTE de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento. Hoy por hoy, el único centro tecnológico de la región está trabajando con varias empresas de la región para concurrir a otras convocatorias como son el PERTE agroalimentario, el de la industria naval o el de la economía circular. “Nuestra experiencia en este tipo de convocatorias debe servir a las empresas de la región para reducir los plazos de sus procesos de transformación” continua la directora del Centro.

Desde el único centro tecnológico de la región son muy conscientes de la necesidad “real” de asesoramiento y acompañamiento que tiene buena parte del tejido empresarial de la región a la hora de presentar su candidatura a estas iniciativas. En ese sentido, haber liderado cinco proyectos europeos y participar como socio en otros seis consorcios internacionales, confiere a CTC una experiencia altamente valiosa. “Este tipo de proyectos son muy exigentes tecnológicamente y, en muchos casos, suponen retos más allá del estado de la técnica” explica Sancristóbal. En el caso de los PERTE, lo que se busca es “dar respuesta a retos ya existentes dentro de las empresas”. Una circunstancia que requiere conocer a la perfección la estrategia corporativa de cada entidad. “Nosotros estamos plenamente orientados a ese propósito” continúa. “Al fin y al cabo, el éxito de los procesos de transferencia tecnológica, razón de ser del CTC, radica en comprender cuáles son las necesidades reales de nuestros clientes”.

La solvencia del Centro Tecnológico CTC en esta materia la acreditan los numerosos casos de éxito cosechados con dos centenares de empresas. Entidades como Zunibal, Vicinay Marine Innovacion, Saitec, Intecsea, Bekaert Wire Rope Industry; Inkoa Sistemas, Aerovision, GMV; Tocardo o Alphatek han trabajado recientemente con el centro cántabro.

Investigadores de CTC

Situación actual de los proyectos

Además de animar a las empresas de la región a tocar la puerta del CTC para explorar cómo implementar procesos de transferencia tecnológica, la reunión constituyó una exposición detallada de los proyectos que están desarrollando actualmente las diferentes áreas de actividad del centro. “Todos ellos responden al proceso de especialización que hemos emprendido y que nos sitúa, entre otros aspectos, como centro nacional de referencia en ámbitos como los gemelos digitales aplicados al ámbito industrial” explica la directora General.

Junto a proyectos más maduros como Mooring Sense, la directora general de CTC puso especial énfasis en dos propuestas muy relevantes. La primera de ellas constituye un caso paradigmático de aplicación de la Inteligencia Artificial en el desarrollo de un producto. En concreto, se trata de una nueva metodología de evaluación del rendimiento y el tiempo de vida de las celdas que componen las baterías de iones de litio utilizadas en el ámbito aeroespacial.

El principal objetivo de esta investigación es reducir un 75 % el tiempo empleado para realización de las pruebas. El proyecto, licitado por la Agencia Espacial Europea (ESA) en régimen de concurrencia competitiva a través del programa Technology Development Element (TDE), refuerza la posición de CTC como colaborador de este organismo europeo.

Asimismo, el conocimiento y los avances derivados de esta investigación resultan fundamentales para el desarrollo de baterías eléctricas, básicas en la nueva tendencia de movilidad sostenible en la que se está trabajando.

Esta circunstancia, aprovechar el know how de un proyecto para dar continuidad a la actividad de CTC, está en el origen de Climbot. Una colaboración con una empresa en la que se está empleando la plataforma robótica terrestre y las soluciones de navegación y sensorización para la agricultura de precisión que fundamentaron el proyecto Green Patrol.

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